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Mi esqueje de higuera hoy.

Hace ya un tiempo, a inicios de primavera, tomé un trozo, una rama, un… esqueje de una higuera próxima a mi domicilio. Corté una botella de plástico y metí el esqueje dentro, teniendo la precaución de que no le faltase agua.

Las raíces no tardaron en aparecer, y hoy muestra dos pares de hojas pequeñas y una enorme hoja de higuera bien hermosa.

Pronto plantaré el esqueje en tierra. Buscaré un buen sustrato de mantillo, turba y arena de río que posiblemente me haga yo mismo y lo plantaré en un tiesto que no «desdiga mucho».

Lo cierto es que no me fijé mucho en su aspecto, aunque en la entrada enterior lo traté de hermosa rama, y hoy en día lo veo realmente feo, pero, dadas las circunstancias, voy a intentar, simplemente, que se desarrolle como bonsái. Luego ya veremos. ¿Filosofía bonsái… ? Si, por supuesto.

Volver a empezar.

¿No será esta y no otra la auténtica filosofía del bonsái?, ¿volver a iniciar todo de nuevo…?

Se murieron todos mis esquejes, si, pero hoy me he acercado a coger una hermosa y tortuosa rama de higuera para plantar en agua. Sólo en agua…

Voy a procurarme tiestos, esquejes, material, para comenzar ahora  y revivir la experiencia de ver como crecen hechan hojas y, en este caso, espero que no mueran.

Pérdidas masivas.

Es lo que tenemos, casi todas las higueras muertas o con el mal aspecto de estar muertas; todas excepto una. Uno de los esquejes larguiruchos y feos que planté.

La higuera que tenía sumergida en agua desde el verano pasado con el pequeño higo en una de sus ramas, de un dia para otro se ha venido a bajo, mostrando la leña un feo aspecto de sequedad, y el pequeño higo que tanto duró una apariencia de uva pasa. Posiblemente por pudrición de la madera, no por otra cosa.

Se acercan tiempos mejores para plantar, y hacer pruebas, y es que esto del bonsai, es probar y probar, sin esperar nada a cambio. No es el viejo árbol lo que nos da fuerzas, sino los contínuos esquejes, plantones, esperiencias, pérdidas, y un largo etc.

Esa es realmente la filosofía del bonsái, la fortaleza para, pese a todo, comenzar de nuevo, y no otra.

Curioso olor floral de los esquejes.

Los esquejes de higuera silvestre que tenía en agua, siempre, desde los primeros días olían como a flores, muy agradable y sutil.

Hoy he desenmarañado la gran cantidad de raíces que hicieron en su momento pero sólo he podido salvar dos ejemplares, el resto estaban enmohecidos, y quizá esa sea la fuente del olor, quizá por algún hongo pues la corteza mostraba unas placas blancas, como de haber pintado los esquejes con escayola muy diluida. El agua, bastante limpia presentaba casi siempre la apariencia de haber sido «engrasada».

Las partes sumergidas, no obstante, aún presentaban un buen aspecto. He desechado la mayoría pero he puesto dos en tiestos de bonsái y uno en un recipiente de plástico con la esperanza de que rebrote en algún momento.

Nada se ha perdido puesto que se trataba de una prueba. Pronto pasará el invierno, y en un par de meses estaré observando alguna gruesa rama a la que dar un buen tiesto.

Con relación al sustrato, guarda la humedad muy bien pero para esta próxima temporada me prepararé una tierra buena de mezcla para mis higueras.

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Pudrición de la parte leñosa en los esquejes.

Higuera sobrevivienteHoy he cambiado una de las higueras que tenía puestas en agua, a un tiesto con tierra, y he visto con tristeza que todas las demás estaban podridas desde la parte de las raíces hasta la zona de corte. He tirado el resto pues su aspecto y su falta de futuro como bonsái así me lo ha sugerido.

Quizá, si desease mantener en agua un esqueje, tendría que plantearme cambiar más a menudo el agua o añadir algún producto que evitase la pudrición de la parte leñosa. Me llama la atención el cultivo hidropónico de estas plantas.

Finalmente, además de la de la imagen, he preservado otra que tiene un pequeño mamón, semejante a la de la foto pero que es mucho mas pequeña que la que aquí presento.

 

Mis higueras en diciembre…

Ha pasado un tiempo y nada he puesto de mis higueras en el Blog.  Hoy ya toca…

De las tres higueras que inicialmente tenía en un jarro con agua, las de la imagen, me han sobrevivido dos después de ponerlas en la tierra que preparé. Quizá porque no regué bien el sustrato y quedó algo seco en el interior del tiesto, pese a haberlo mojado bien.

Otros esquejes los tengo aún en agua pero observo que no están bien, o el aspecto es de poco sanos. Los plantaré en tierra los más inmediatamente posible.

Otro esqueje que está al exterior, pero cubierto con parte de la botella que lo contiene, está dando muestras de estar bien, sano y en perfecto estado.

De momento es lo que hay; y ya tengo ganas de que llegue mejor tiempo para ver cómo se desarrolla esta «aventurilla» de mis higueras bonsái.

El estado de la cuestión…

Me llama la atención cómo están mis higueras, moreras y olmo.

De las higueras me sorprende el hecho de, que al pasarlas de dentro de casa al balcón, han reventado sus yemas, y están llenas de ojas fuertes y verdes, pese a estar todavía en agua. Las que tengo en la galería interior, muestran un estado similar; fuertes y hermosas, y no se si pasarlas ya a tierra. Creo que seleccionaré una tierra gruesa, libre de polvo y bien ventilada para plantarlas en octubre.

Con relación a las moreras, están las yemas hinchadas, duras como si fuese inicio de primavera y la corteza no ha dado señal de desecación.

En el olmo han brotado unas yemas que tienen hojas ya a punto de abrirse del todo. Ya veremos que pasa.

Esquejes de olmo y de moral.

El título es, en si mismo, un juego de palabras, a la vez que una realidad. Planté a mediados de agosto un par de esquejes de olmo ulmus sp, de una rama que vi rota junto a un carril-bici, durante un paseo. También he plantado esquejes de una rama de moral morus alba, aunque en Valencia es más conocido como morera blanca, en este caso de una rama gruesa que alguien desgajó algunos días antes y que pendía del árbol en el momento en que la cogí.

La cuestión es que con poco: unos recipientes recortados de botellas de agua y con agujeros para drenar el agua, una tiera mala de hace unos años, y un poco de cariño, es decir, a plena intemperie pero a la sombra, no solo están bien, sin secarse, sino que han hinchado sus yemas y en el caso del olmo han despuntado.

Espero que duren hasta la primavera, ahora, lo difícil va a se buscarles una forma óptima para su desarrollo y diseño como bonsái.

Esquejes de higuera.

Me propuse plantar y cultivar una higuera, y uno de los métodos más sencillos y con buenos resultados es el de plantar esquejes o estaquillas. Las he plantado a principios-mediados de agosto en vasos de agua; unas en una galería muy iluminada pero cerrada al exterior, otras en un jarro dentro de casa, y otras, también en vasos de agua pero en este caso en el exterior.

Todas han dado raíces e incluso de algunas estaquillas han brotado hojas bastante fuertes. Curiosamente las pocas estaquillas que planté en tiesto con tierra no tuvieron éxito, quizá porque la tierra no era la adecuada.

En este momento las veo fuertes y tengo algunos reparos a la hora de plantarlas en tierra ya que me sabría mal tener pérdidas habiendo llegado a este estado.

El origen de los esquejes es variado, por un lado unos son de un cabrahigo, una higuera silvestre encontrada al borde de una carretera en el monte. Los otrps son de una higuera abandonada en un descampado que seguramente antes fue huerta.

Un tiesto diminuto…

Es lo que he comprado a través de Internet motivado por su belleza y sencillez, pero quizá no sea del todo adecuado; es muy, muy pequeño. En la descripción leemos que se trata de un tiesto para bonsái pero también para orquídeas de 6 X 6 X 2,5 cm. El de la imagen es de 3 cm de altura.

Va a ser difícil plantar aquí una higuera.